Solemos pensar que con el pasar de los años maduraremos, incluso en cada cumpleaños al aumentar una sola cifra numérica creemos que se maduraremos de igual manera. Hasta chochamos con la misma piedra varias veces y solo aprendemos cuando tocamos fondo, al llegar a un punto de desesperación, después de probar la fruta no prohibida sino podrida. Según la teoría de la personalidad de C. Jung explica: cuando una persona no tiene definido o centrado su yo y no se individualiza comete los mismos errores una y otra vez, ya sea hasta imitando una conducta y no tomando decisiones por si mismo. Hay una verdad indudable en cada ser humano que es nuestro instinto animal, que sigue derecho aunque vea señales para parar :).
3 comentarios:
me gusta tu sarcasmo
Solemos pensar que con el pasar de los años maduraremos, incluso en cada cumpleaños al aumentar una sola cifra numérica creemos que se maduraremos de igual manera. Hasta chochamos con la misma piedra varias veces y solo aprendemos cuando tocamos fondo, al llegar a un punto de desesperación, después de probar la fruta no prohibida sino podrida. Según la teoría de la personalidad de C. Jung explica: cuando una persona no tiene definido o centrado su yo y no se individualiza comete los mismos errores una y otra vez, ya sea hasta imitando una conducta y no tomando decisiones por si mismo. Hay una verdad indudable en cada ser humano que es nuestro instinto animal, que sigue derecho aunque vea señales para parar :).
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