
La moral, en la humanidad, se fue formando producto de ideas de personas que pensaban como debían regirse las etnias sociales, de personas quizás como la que hoy escribe esto preocupada por el “que dirán del que dirán”.
¿Quién eres tu?, es mi pregunta, para juzgar las actuaciones de otras personas. ¿Acaso tu no actúas también, o es que estas envuelta en una santidad que ni el Papa puede con ella?
¿No es la vida una escuela primaria, o un pre-kinder, de lo que falta? Por ende estamos propensos a cometer errores, a creer que esta es la única vida y que debemos vivirla al máximo. Aquí vinimos a aprender, a superar obstáculos que anteriormente considerábamos vanos.
Que me pierda y luego me encuentre, es mi problema...
¿Quién eres tu, joven moralista, para reputar mis hechos? ¿Quién te ha envestido con la facultad de juez moral?
Me atrevo a pensar que tu mente ansia por volcar al mundo exterior todo lo contrario a lo que dice tu voz.
AYJT
13.nov.2oo7